martes, 9 de diciembre de 2014

El zapatero y los duendes


Había una vez un zapatero viejito que trabajaba muy duro, como recompensa, en una fecha cercana a la Navidad unos duendecillos aparecían por la noche cuando el zapatero y su mujer se iban a dormir, y estos mejoraban y terminaban las creaciones del zapatero.
Con la ayuda de los duendecillos el zapatero no tardó en hacerse rico, todo el mundo compraba aquellos zapatos tan bonitos. Una noche el zapatero y su mujer se escondieron para saber que era aquello que les estaba ayudando, y vieron a aquellos pequeños hombrecillos.




Como agradecimiento por todo el trabajo que habían hecho, el zapatero y su mujer cosieron camisas y pantalones a su medida y zapatitos. Cuando los duendecillos vieron esto saltaron de alegría y se fueron muy contentos.  


¡Y colorín colorado este cuento se ha acabado!





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